25 de noviembre de 2010

Dussel - quevedo - educacion y nuevas tecnologias

La presencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la sociedad
y en el sistema educativo es un dato innegable en los últimos años. Su impacto ha pro-
vocado una suerte de revolución en la economía, la política, la sociedad y la cultura, que
transformó profundamente las formas de producir riqueza, de interactuar socialmente,
de definir las identidades y de producir y hacer circular el conocimiento. Como lo señala
Lev Manovich,
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  aludiendo  a  los  cambios provocados por  la digitalización,  a diferencia
de  lo que pasó durante el surgimiento del cine, hoy existe una conciencia extendida y
planetaria sobre la importancia de esta revolución, aunque falte todavía una lectura de
conjunto sobre sus códigos, procedimientos y modos de recepción de las audiencias, que
pueda ver más allá de las particularidades de cada nuevo medio y nos permita entender
la lógica de estos nuevos medios en el presente.
Dentro de  los sistemas educativos de  la región, contamos con más de dos décadas de
múltiples y ricas experiencias en materia de introducción de TICs en los procesos de en-
señanza-aprendizaje. Las más de las veces, los programas y proyectos vienen empujados
por una fuerte presión social y económica para que se incluyan las nuevas tecnologías en
la educación. El hecho de que la presión o motor fuera sobre todo externo a los sistemas
educativos motivó, al menos  inicialmente, que  fueran pocos  los planes de prospectiva
que  se plantearan una planificación a  largo plazo de  cambios en gran escala. Esto  se
debe, en gran parte, al ritmo acelerado de transformaciones, que impusieron el tema aun
antes de que pudiera ser procesado en proyectos que anticiparan futuros desarrollos.

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